Marcha cristiana ¿Política?

Recientemente se celebro en Mendoza y zonas aledañas una marcha que tiene unos tres (3) años efectuándose en dicho sector perteneciente al municipio Santo Domingo Este. La primera ocasión en que se efectuó dicha actividad, fue algo asombroso para la comunidad y la prensa. Por primera vez, una marcha importante de los cristianos evangélicos.

Todo el mundo comentaba acerca de aquellos, que tuvo un final con un mensaje impactante para la comunidad. Se realizo un recorrido desde la Ave.  Charles de Gaulle, pasando por Villa Carmen, Mendoza, Buenaventura, Invivienda hasta retornar al play de Mendoza. Acompañados por la policía civil y policía de tránsito, periodistas y todos tipos de personas importantes. Aquellos fueron realmente impactantes para los medios de comunicación y el país completo.

Tres (3) años después, se efectúa la misma actividad, pero con un carácter distinto. Ya no producía el impacto que había producido aquella vez. No había esa sincronía de la vez anterior, tampoco había orden, no había presencia de ningún tipo de autoridad. Tampoco se podía apreciar la presencia de algún medio de comunicación. Aquellos que pudieron hacer comparación de la vez anterior con la de ahora, han manifestado que no tenía carácter de importancia, ya que se esperaba que fuera algo ordenado e impactante.

Pero lejos de ser algo así, fue todo un desorden, y no había ningún tipo de impacto. De ahora en adelante, las personas perderán interés por lo que debería ser una importante marcha de la comunidad evangélica. Pero socavando un poco del porque ese cambio, nos dimos cuenta que aquello se había desviado de concepto porque su director no buscaba proyectar la importancia de hacer escuchar la voz de los evangélicos. Sino hacerse sentir como líder de la comunidad, la voz de los evangélicos para ganar un lugar considerable dentro de la política.

Las cosas espirituales tienen sus reglas, seguir las reglas o apostarse al fracaso. Por lo menos hay que tener orden, porque hay muchos que se han desviado de su objetivo, pero no han perdido el tacto de lo que es el orden, por lo tanto, su trabajo permanece.

Es lamentable que una actividad de carácter importante como ese se deja caer solo porque alguien quiere usar ese medio como trampolín para su propia ganancia política.