El cine dominicano; casi un hecho

¿Y cuál es la prisa señor cura, si la fiesta está buena? Es una de las expresiones usada en la película dominicana, Cuatro (4) hombres y un ataúd.

Esta película ha marcado la era del cine dominicano. Definitivamente ha sido una excelente película, cuando ni siquiera existía una gran gama de tecnología.

De ahí, podemos decir que Nuevayol ha sido muy buena también. Las críticas sobre estas películas a nivel nacional e internacional han sido muy buenas. Sobre todo que Cuatro hombres y un ataúd ha sorprendido por la naturalidad de los actores.

El cine dominicano ha tenido ciertos avances, sin duda, ya que algunos sectores han hecho sus aporte a esa industria. Pero no es algo muy alagador porque la mediocridad no deja de estar en primer lugar del pensamiento de los productores, directores y guionistas.

Lo primero es la poca capacidad que tienen para aceptar y evaluar las criticas y mejorar. Solo sé apegan a decir que, como quiera critican, pero no entienden que no todas las criticas son destructivas.

Segundo, es la falta de identidad propia a la hora de actuar.
Lo tercero es que no entienden que no todo debe ser comedia y es muy desagradable ver solo los personajes de programas de televisión que ni siquiera entienden el concepto de cine, aunque hayan estudiado.

No entienden que, en la mayoría de veces, el actor nato es la mejor opción y eso agrada a la mayoría de los consumidores de un gusto exigente, y ya somos muchos, por eso consumimos cine internacional.

En particular, apoyo al talento dominicano, me gusta la idea de darle oportunidad a aquellos que la necesitan. Pero no consumo películas dominicanas, excepto, Cuatro hombres y un ataúd, Perico ripiao y Nuevayol, también a Andrea que fue una total decepción.
Las razones fundamentales es que no hay talentos nuevos en esas películas, si los hay, no tienen un papel protagónico, ni siquiera antagónico. Solo vemos los mismos presentadores rancios y los comediantes que en realidad no los son.

Cuando se trata de la conversación, estamos escuchando a un dominicano mexicano, colombiano, brasileño o puertorriqueño. Eso es deprimente, en particular me da asco. No consumo música urbana,en cierto aspecto, pero no dejo de reconocer que muchos están en lo correcto, porque proyectan la forma natural del dominicano burgo.

¿Desde cuándo el dominicano de abajo habla con mucha poesía y de manera cantada? El dominicano habla de manera jocosa (joven, discúlpame, baja un poco el volumen ...... Oye con.....o baja el mal*to volumen, es de maldad que lo haces? Tú oíste que te dije que lo bajara y te hiciste el pendejo) así se expresa el dominicano burgo. Entonces en esas dichosas películas dominicanas, no se sabe de que país son esas clases de dominicanos.

Por esta razón doy mi voto a favor de Cuatro hombres y un ataúd, Perico ripiao 1, Nuevayol. Si los cineastas prestan atención a eso, el cine dominicano tendrá éxito. Esa naturalidad llevó al cine negro americano al lugar donde está. Por eso hay tantos actores negros y latinos en todas las industrias americanas.

Han aprendido que esa manera jocosa que los latinos usamos, le da vida, o sea sazón a la cinta. ¿Y porqué queremos parecer a los caucásicos que le proyectaban al mundo su cine frío y desabrido? Parece que nos da vergüenza de ser lo que somos.
Resuelvan eso si la arrogancia se lo permite.

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